"El día después de..."Tal vez os suene a muchos esta historia. La incertidumbre. Las sensaciones. La insoportable levedad del ser en el mundo laboral.
Así me dirigí a los amigos, compañeros y toda la familia del gremio el día después de mi inesperada salida de la radio: "No sé por dónde empezar. Recuerdo que en la formidable película 'Primera Plana' de Wilder un periodista se preguntaba quién va a leer el segundo párrafo...". Y, sin más, este humilde servidor -siempre en busca y captura de proyectos- apuntaba: "Por la presente os informo de la noticia de última hora: tras siete años allí, ya no estoy en la Ser. Me lo comunicaron ayer por la tarde, sin previo aviso, pero con honestidad: 'La situación económica de la empresa está obligando a reducir costes de personal, pero tú eres un tipo genial'... Ya sabéis de lo que estamos hablando. Cosas que pasan. Cosas que nunca había vivido hasta ahora. Una experiencia triste y a la orden del día: un momento raro, difícil y, paradójicamente, esperanzador".
Entonces, en aquel despacho -y no sin desconcierto- imaginaba otro mundo posible mientras evocaba mil aventuras compartidas en esta profesión. Con mucha gente memorable. Durante las semanas siguientes, el aluvión de mensajes de apoyo, sorpresa, propuestas e indignación se ha convertido en un revulsivo inconmensurable para seguir adelante con ilusión, esmero, entereza y una sempiterna sonrisa: la alegría que he procurado irradiar siempre; la que me queda gracias a personas excelsas con las que -seguro- seguiré cruzándome en el camino. Porque cada aparente punto y final es, en realidad, un punto y aparte. Y así andamos, queridos amigos, sin parar: sembrando múltiples ideas y colaborando en diferentes medios de comunicación, diversificando mis funciones, transmitiendo energía positiva en esta época convulsa, escribiendo a deshoras, aprendiendo continuamente, soñando incluso dormido...
Pero lo decía antes: "¿Quién va a leer el segundo párrafo?". Conclusión: gracias por todo y que no decaiga el ánimo, que existen otros quehaceres gratificantes. Que la vida es tan bonita... que parece verdad. Incluso en estos años bárbaros.
